sábado, 14 de noviembre de 2015

Oxiuriasis


¿Qué es la oxiuriasis?

Es un gusano (verme o parásito) blanco que puede alojarse en el intestino grueso del hombre. Mide alrededor de media pulgada de longitud. Mientras la persona infectada duerme, la hembra sale del tracto intestinal y pone los huevos en la piel que rodea el ano. Los pone en medio de una sustancia gelatinosa que produce intensa picazón cuando el gusano hembra serpentea.

Los huevos de los oxiuros se diseminan directamente de una persona a otra. También se propagan por contacto con ropa de cama, alimentos u otros elementos que están contaminados con huevos.
Generalmente, los niños se infectan al tocar los huevos de los oxiuros sin saberlo y luego llevarse los dedos a la boca. Los niños ingieren los huevos, que finalmente eclosionan en el intestino delgado. Los oxiuros maduran en el colon.
Las hembras de estos gusanos se trasladan luego hacia la zona anal del niño, especialmente en la noche, y depositan más huevos. Esto puede causar prurito intenso. La zona anal incluso se puede infectar. Cuando el niño se la rasca, los huevos pueden alojarse bajo las uñas. Los huevos pueden transferirse a otros niños, a los miembros de la familia y a objetos del hogar.

¿Cuál es su causa?

Esta infección es causada por el parásito que se llama Enterobius Vermicularis uOxiurius. Los gusanos inmaduros se localizan en el intestino delgado, mientras los adultos se localizan en el intestino grueso.Las hembras grávidas son las que migran hacia afuera y depositan sus huevos en las márgenes del ano y sus proximidades. La forma de contagio es a través de los huevos larvados por ingestión o inhalación de los mismos. Se diseminan en los diferentes ambientes del hogar, sobre todo en dormitorios y baños, contaminan los objetos, alimentos, agua y piscinas. 







¿Cuáles son sus síntomas?

El síntoma más común es la picazón anal, pero la mayoría de las personas portadoras de oxiuros no manifiestan ningún síntoma. Dado que las hembras por lo general desovan durante la noche, éste es el momento en que la picazón suele ser más intensa, pudiendo interferir con el sueño o causar un sueño agitado. A veces, la picazón anal es tan leve que no se reconoce como síntoma. En las mujeres, los oxiuros pueden emigrar a la vagina, donde causan picazón y secreciones.

Diagnóstico Las infestaciones por oxiuro se diagnostican cuando los médicos encuentran hembras adultas o huevos alrededor del ano. Los médicos (o los padres) colocan una cinta adhesiva sobre la piel de la zona anal, normalmente por la mañana, puesto que el desove ocurre por la noche. Al retirar la cinta y examinarla al microscopio, se observan huevos o gusanos pegados a la cinta.

Tratamiento Una vez confirmada la parasitosis, se empieza el tratamiento. Se da una sola dosis del medicamento recetado, aunque a veces se necesitará una segunda dosis a las dos o tres semanas. Debido a la naturaleza contagiosa del oxiuro, por lo general se trata a todos los miembros del hogar. La reinfestación es común, con posibilidad de que el tratamiento tenga que repetirse.


¿Cómo prevenir?

Medidas prácticas que se pueden adoptar para combatir la oxiuriasis

  • Ducharse nada más levantarse es muy importante. De ese modo, se eliminan los huevos del parásito que pueden encontrarse en la región del ano.
  • Lavarse bien las manos después de ir al cuarto de baño, y antes de cada comida.
  • Cambiarse a diario la ropa interior.
  • Cambiar con frecuencia la ropa de la cama, especialmente durante los siete a diez primeros días después de haber recibido tratamiento.
  • Llevar bien cortadas las uñas de las manos.
  • Si es posible, es conveniente que los niños afectados lleven guantes de algodón para dormir.
  • Limpiar bien toda la casa, y especialmente los dormitorios, de modo que se elimine el polvo todo lo posible.
  • No comer en los dormitorios.
  • Cuando hay varios miembros de la familia afectados, todos deben recibir tratamiento el mismo día.
  • Evitar comidas y bebidas con mucho azúcar, y tomar alimentos ricos en fibra para prevenir el estreñimiento



Los  más  recientes  estimados  señalan  que  alrededor  de  1273  millones  de personas  en  todo  el  mundo están infestadas por Enterobius vermicularis.  La población infantil  aporta el mayor número de infectados entre los más de 1000 millones   de   personas  que  cada  año  se  infectan por helmintos,  según  los cálculos de la OMS la intensidad de la infección  por  enterobiasis  alcanza   su máximo entre los cinco y quince años de edad, por lo que los escolares tienden a sufrir infecciones más severas.
La enterobiasis es una de las enfermedades transmisibles más difíciles de controlar, no sólo por su gran difusión, sino por los diversos factores que intervienen en su cadena de propagación.
Desde el punto de vista epidemiológico las enterobiasis se diferencian de una población a otra por factores de diversa índole, tales como las condiciones climatológicas y  desigualdades en el nivel de vida de los pueblos.
Actualmente las autoridades sanitarias de todos los países del mundo están de acuerdo en que las únicas medidas preventivas que se pueden adoptar, son la labor educativa y aquellas encaminadas a cortar el ciclo epidemiológico. (56, 57)


  



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