Rotavirus
¿Qué es el rotavirus?
El rotavirus es la causa más común de la diarrea grave en neonatos y niños pequeños. Es uno de los varios virus que a menudo causan las infecciones denominadas gastroenteritis. Es un género de virus ARN bicatenario de la familia Reoviridae. A la edad de 5 años, la gran mayoría de los niños de todo el mundo han sido infectados por el rotavirus al menos una vez.2 No obstante, con una nueva infección, el sistema inmunitario se refuerza y la infección cada vez es más leve; en adultos es muy poco común.3 Hay cinco especies, denominadas: A, B, C, D y E. El rotavirus A, el más común, causa más del 90% de las infecciones en humanos. El rotavirus es el virus principal que causa diarrea en niños menores de 5 años.¿Cuál es su causa?
El rotavirus se transmite principalmente por vía fecal-oral, pero también se puede transmitir a través de las manos, superficies y objetos sucios, también se puede transmitir a través del sistema respiratorio. Los excrementos de una persona infectada pueden contener más de 10 billones de partículas infecciosas por gramo; resultando suficientes menos de 100 de estas partículas para infectar a otra persona.
El rotavirus es estable en el medio ambiente y se han encontrado muestras en estuarios a niveles tan altos como 1-5 partículas infecciosas por galón americano (3,78 litros). Las medidas sanitarias adecuadas para la eliminación de bacterias y parásitos parecen ser ineficaces en el control del rotavirus, puesto que la incidencia de la infección por rotavirus en los países con niveles sanitarios altos y bajos es similar.
¿Cuáles son sus síntomas?
La intensidad de los síntomas de una gastroenteritis por rotavirus puede variar de un paciente a otro. Los niños pequeños y los lactantes suelen ser los que manifiesten síntomas más intensos y graves. Los síntomas más frecuentes de una gastroenteritis por rotavirus son los siguientes:
- Diarrea
- Náuseas y vómitos
- Dolor abdominal
- Fiebre
- Sed
- Nerviosismo y agitación
- Sequedad lingual y mucosas en general
- Confusión
- Apatía
- Ojos hundidos
- Disminución de la diuresis (oliguria)
En casos especiales pueden presentarse síntomas respiratorios. Además, las diarreas y los vómitos pueden provocar deshidratación. Esta suele precisar un tratamiento médico urgente, sobre todo, si el paciente es un niño o lactante.
¿Cómo prevenir?
tomar medidas de cuidado e higiene ambiental que incluyan todos los utensilios y también los alimentos:
- Lavarse las manos con agua y jabón, en especial después de ir al baño y/o cambiar pañales, y antes de comer.
- Consumir agua segura. Si no hay seguridad de que el agua sea potable, es preciso hervirla o potabilizarla con dos gotas de lavandina por cada litro de agua.
- Mantener la lactancia materna durante el primer año de vida de los bebés, ya que disminuye el riesgo de contagio de esta infección en un 50%.
Frente a cuadros de gastroenteritis (diarrea y/o vómitos) se recomienda aumentar la frecuencia de la lactancia (leche materna) en el caso de los bebés, y brindar permanentemente agua a los niños más grandes, a fin de evitar la deshidratación, antes y después de realizar la consulta con el médico.
También ofrecerles una alimentación adicional y adecuada y/o recibir más leche materna al día, durante dos semanas como mínimo. Esto le ayudará a recuperar al niño la energía perdida como consecuencia de la afección.
Asimismo, se recomienda que los niños con diarrea no asistan a la guardería o jardín maternal, a fin de evitar el contagio hacia otros niños.
Actualmente, existen dos vacunas para la prevención de esta enfermedad. En los casos en que se recomiende su aplicaciòn, el esquema de vacunación consiste en la administraciòn de 2 ó 3 dosis según la marca comercial a partir de los 2 meses de vida.
- RotaTeq® (RV5), la cual se administra en 3 dosis a los 2, 4 y 6 meses de edad; o
- Rotarix® (RV1), la cual se administra en 2 dosis a los 2 y 4 meses de edad.
Ambas vacunas contra el rotavirus se administran de manera oral. Estas vacunas son muy eficaces (85 a 98 %) para prevenir la enfermedad grave por rotavirus en bebés y niños pequeños, incluida la infección por rotavirus que requiere de hospitalización.
Las vacunas contra el rotavirus no evitarán la diarrea ni los vómitos causados por otros virus o microrganismos.
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